Alentuy C.A. fue fundada en octubre de 1976, en la ciudad de Barquisimeto, Venezuela, con el apoyo de un crédito otorgado por el Fondo de Crédito Industrial (FCI) bajo la administración del Banco Industrial de Venezuela. Desde sus inicios, se estableció como una empresa modelo en la fabricación de envases de aluminio para la industria de los cosméticos, integrando verticalmente sus procesos productivos, desde la fabricación de discos y bandas de aluminio hasta la creación de envases terminados. Esta integración permitió alcanzar una capacidad instalada del 100%, generando empleo estable y bien remunerado para 1.700 familias, quienes operaban en tres turnos de trabajo continuos.
Durante sus 35 años de operación, Alentuy se consolidó como líder en América Latina, exportando el 95% de su producción a 56 países. La calidad de sus productos y su compromiso con la innovación tecnológica le permitieron ocupar el primer lugar entre las empresas fabricantes de envases de aluminio en la región. Todo esto fue posible gracias a la fortaleza de su recurso humano, que trabajaba en un ambiente de excelencia y espíritu de equipo, guiados por los principios de servicio, honestidad, responsabilidad, puntualidad, integridad y compromiso.
Sin embargo, el 8 de junio de 2010, el gobierno venezolano decretó la adquisición forzosa de Alentuy C.A., alegando que sus instalaciones, maquinaria y equipos se destinarían a la fabricación de envases para la industria alimentaria, un objetivo inviable debido a que los equipos no estaban diseñados para este propósito. Desde entonces, la actividad de la empresa se vio truncada, entrando en un periodo de deterioro y desmantelamiento. Las juntas administradoras designadas por la administración estatal no solo no lograron reactivar la producción, sino que permitieron el uso indebido de su nombre comercial, marcas y certificaciones de calidad, sumando así el deterioro material al daño reputacional.
Tras 14 años desde la expropiación, ni la deuda contraída por el Estado ha sido saldada ni los bienes de la empresa han sido restituidos para su reactivación. El personal de Alentuy, que representaba su mayor fortaleza, ha sido desmantelado y dejado en una situación de incertidumbre laboral y administrativa. A pesar de ello, los principios que guían su misión, visión y valores permanecen intactos. Alentuy sigue comprometida con la búsqueda de soluciones para resolver la controversia y recuperar su actividad industrial.
La empresa se encuentra en un proceso activo de reclamación al Estado venezolano, motivada por su interés en volver a contribuir al desarrollo industrial de Venezuela. Alentuy aspira a retomar el liderazgo en los segmentos del mercado de envases de aluminio en los que participaba, ofreciendo productos de alta calidad, con técnicas avanzadas y al menor costo posible, satisfaciendo así las necesidades de sus clientes y promoviendo el crecimiento del país.
Alentuy C.A. representa más que una empresa; es un símbolo de dedicación, esfuerzo y compromiso con el desarrollo industrial de Venezuela. Aunque la situación actual plantea desafíos significativos, la determinación de su equipo directivo y la solidez de sus principios inspiran la esperanza de que pronto recupere su lugar como líder en el sector y siga siendo un modelo de excelencia en la industria.